Dos Años con la Nueva Etiqueta
La etiqueta de los electrodomésticos es una herramienta que nos ayuda a comprender y comparar mejor su eficiencia y a elegir los más sostenibles y económicos.
Desde 2021, las lavadoras, lavasecadoras y frigoríficos deben incluir esta nueva etiqueta, y, teniendo en cuenta que, según los últimos datos ofrecidos por la Red Eléctrica Española, el frigorífico se ha convertido en uno de los electrodomésticos que más energía consumo al cabo del año llegando a representar el 14% del total del consumo de luz en un hogar, quieremos acercar las claves para entender esta nueva etiqueta con el fin de hacer más fácil la elección de nuevos electrodomésticos.
Nuevo sistema de categorías.
El nuevo sistema deja atrás las clases A+, A++ y A+++ porque los consumidores no entendían cuál era el producto más sostenible, y vuelve con una escala de la A a la G.
Estas nuevas etiquetas además seguirán el ritmo de las mejoras tecnológicas en eficiencia energética y serán revisadas cuando el 30% de los productos en el mercado comunitario reciban la máxima clasificación (A) o cuando el 50% esté en las franjas A y B, para asegurar su utilidad.
Este cambio viene motivado por la evolución de la eficiencia de los dispositivos eléctricos. Debido a este desarrollo tecnológico, se formó una alta concentración de ofertas en la parte superior de la escala de tal forma que la mayoría de los productos se clasificaban con una alta puntuación. Por ello, la legislación europea puso en marcha una etiqueta más estricta que pudiera valorar los nuevos modelos de aparatos que salen al mercado y que permitiera una mayor diferenciación a simple vista por parte del consumidor. Es normal que cada cierto tiempo se incrementen los requisitos en función del desarrollo tecnológico.